El uso de combustibles sólidos siempre genera residuos, tanto gaseosos como de cenizas. En este artículo vamos a centrarnos en las cenizas de la biomasa. Parece que son el residuo que hay que tirar pero no es así. Si quieres conocer mejor las características y propiedades de la biomasa sobrante, sigue leyendo.

Qué se puede hacer con las cenizas de la biomasa

Tanto las calderas de biomasa como las estufas requieren un mantenimiento consistente en retirar los residuos sólidos de vez en cuando. Los residuos de los pellets pueden usarse como abono, tanto si han pasado por un proceso de pirólisis como si han pasado por un proceso de combustión.

Dichos residuos se han estudiado lo suficiente como para saber que son buenos fertilizantes. Tienen concentraciones altas de nutrientes y propiedades alcalinas que mejoran el terreno de cultivo de las plantas. El hecho de que la ceniza de los pellets tenga propiedades alcalinas contribuye a disminuir la acidez de los suelos, por tanto mejoran los cultivos de especies que no se desarrollarían bien en suelos más ácidos.

También hay que tener en cuenta que, para usar la ceniza de los pellets como abono, estos pellets tienen que estar fabricados con madera virgen y sin ningún tipo de sustancias artificiales. Si son así los pellets que utilizas, puedes usar su ceniza sin problemas tanto en las macetas como en los huertos.

Por ello conviene que te fijes en la composición de los pellets que compras. Según qué aditivos contengan, las cenizas no son apropiadas para abono y si se usaran perjudicarían los cultivos. Siempre que los pellets sean de buena calidad, sus residuos sólidos ayudarán a que la tierra no pierda sus propiedades y así asegurar buen desarrollo de la siembra.

Uso de las cenizas de biomasa en huertos y plantas

El uso de las cenizas provenientes de estufas de pellets y calderas es una gran opción para los huertos, en caso de que se tengan. Dejamos a continuación algunos consejos de utilización de los residuos de pellets en los huertos:

  • Antes de aplicarlo, protege tu cuerpo con gafas de seguridad, guantes y mascarilla. Esto se hace para evitar alergias y que se pueda introducir en los ojos.
  • Asegúrate de que no haga viento en el momento de la aplicación, ya que las cenizas pueden volar con facilidad.
  • Usar como máximo un kilogramo de cenizas por metro cuadrado.
  • Se deben extender de manera que se forme una capa fina sobre el terreno. De esta forma los nutrientes de las cenizas quedan uniformemente distribuidos por toda la huerta. Si no se tiene cuidado con esto pueden formarse montones de cenizas que pueden causar acumulaciones de sal, lo cual haría daño a los cultivos.
  • Para obtener mejores resultados se recomienda aplicar los residuos de pellets junto con otros ricos en nitrógeno, como restos de vegetales o estiércol.

La aplicación de cenizas de pellets en los huertos es beneficiosa si hay insectos ya que tienen propiedades repelentes para ellos. Al igual que se esparcen los residuos de pellets en los huertos, también puede hacerse en macetas.

Favoreciendo la economía circular

Si nos aseguramos de comprar pellets provenientes de bosques sostenibles y sin aditivos artificiales, podremos cerrar el círculo y aprovechar todo lo que nos ofrecen los pellets. En estos momentos debemos ser cada vez más conscientes que nunca de la necesidad de respetar el medio ambiente utilizando combustibles renovables y apostando por la economía circular.

El biocarbón, un producto de propiedades similares a las cenizas de biomasa

Hay un producto derivado de la biomasa que tiene ciertas similitudes con las cenizas de los pellets. Se trata del biocarbón.

El biocarbón es un producto rico en carbono y con propiedades fertilizantes, como las cenizas de pellets. Se obtiene del calentamiento de la biomasa en un ambiente restringido de oxígeno. Esta biomasa puede ser derivada de plantas, aunque más comúnmente de madera.

El biocarbón puede obtenerse de varias formas. Hay quien lo fabrica desde agujeros en el suelo, aunque también puede producirse a mayor escala en hornos industriales de pirólisis.

Como el biocarbón se puede fabricar a partir de diversas materias primas, sus propiedades químicas cambian en función de la biomasa elegida. Por ejemplo, el biocarbón derivado del estiércol tiene un contenido en minerales más alto que el proveniente de la madera, por lo que puede proporcionar más nutrientes a la tierra.

Aquí viene una de las diferencias entre el biocarbón y los residuos de biomasa. Los residuos de biomasa se obtienen de estufas y calderas. En esta últimas se da el proceso de combustión y en las estufas podemos tener de dos tipos: estufas que trabajan con combustión y estufas pirolíticas. El biocarbón, en cambio, se fabrica a partir de pirólisis.

El biocarbón es un producto muy prometedor, aunque de momento no ha dado el salto definitivo. En la actualidad, muchos países están lanzando iniciativas para su producción y distribución industrial. Esto debería llevar al desarrollo de productos nuevos para la industria agrícola, especialmente para la hortícola. Sin embargo, debe investigarse más para que definitivamente sea aceptado por esta industria.