La fabricación de combustible ecológico comienza en la recogida de restos de poda para biomasa. Ya explicamos hace un tiempo en este blog cómo es la fabricación de los pellets de madera para utilizar en estufas y calderas de biomasa.

Si entras en el enlace anterior, podrás ver que el tipo de madera más recomendada para la síntesis de pellets es la madera de pino. No obstante, hay otros tipos de maderas que se pueden usar, lo cual vamos a tratar en este artículo.

Lo primero que hay que hacer es recoger los restos de poda y triturarlos. Después es cuando se elaboran los pellets. También existen estudios acerca de las características de estos pellets fabricados con diferentes tipos de madera.

Cómo se realizan las podas de los árboles

La poda de un árbol tiene relación con la eliminación total o parcial de ramas secas, mal orientadas o muertas. Podar un árbol correctamente mejora su salud y previene enfermedades que le puedan afectar.

Las podas de los árboles hay que hacerlas de tal forma que nunca pierdan su fuerza. De otra forma, el árbol podría morir.

Una de las finalidades de la poda es que los árboles crezcan saludables y llevar un control de su altura. Es por esto que muchos de los árboles en los que se practican podas en el medio rural son frutales, tanto de frutos carnosos como de frutos secos. Si no se podasen, crecerían tanto que no se podría recoger la fruta.

Beneficios del aprovechamiento de los residuos de las podas para biomasa

Cada año se producen en España más de 8 millones de toneladas de madera procedentes de podas agrarias y renovación de plantaciones. Actualmente su principal destino es la quema al aire libre.

El hecho de quemar los residuos de los árboles en los campos genera un problema muy serio, como es el riesgo de incendios. Además, los humos que se desprenden de la quema son perjudiciales para la atmósfera.

Por fortuna, hoy en día existen proyectos que promueven el aprovechamiento de esos residuos y su uso sostenible como biomasa.

Estos proyectos se basan en aprovechar la madera de olivos, almendros, algarrobos, frutales y viñedos como biomasa, así como generar riqueza y empleo en el medio rural.

Astillado y triturado de la recogida de restos de poda para biomasa

Una vez que se han recogido los residuos de la poda, se pasan por máquinas astilladoras y trituradoras. Las astillas se almacenan y pueden aprovecharse.

Una forma de hacerlo es utilizando esta madera astillada como combustible en estufas y chimeneas tradicionales de leña. Si las astillas no se utilizan, se pueden fabricar pellets con ellas.

Fabricación de pellets a partir de la recogida de restos de poda para biomasa

En los residuos de poda podemos encontrarnos con diferentes tipos de maderas, que pueden ser maderas duras o maderas blandas.

La madera de pino es aquella con la que se fabrican los pellets homologados de uso doméstico. En parte esto es curioso, ya que la madera de pino está clasificada como madera blanda, y en las combustiones tradicionales de leña se utilizaban más las maderas duras.

Todo esto tiene una explicación. Las maderas duras sin ningún tipo de tratamiento son mejores que las blandas para los fuegos tradicionales porque su humedad es muy reducida. Cuanta menos humedad tiene una madera, más calor proporciona.

Sin embargo, las ventajas que tiene la madera sin procesar se eliminan en el proceso de fabricación de pellets. A la hora de fabricar pellets hay que secar la madera. Así, tanto la madera dura como la blanda se secan a un mismo nivel de humedad.

Una vez que se eliminan las ventajas originales de las maderas duras en cuanto a densidad y humedad, fabricamos los pellets y podemos decir que la madera blanda en pellets ofrece un rendimiento calorífico mayor que la dura. Una madera blanda como la del pino tiene más resina, lo cual le permite liberar más calor y tener mayor eficiencia.

En cualquier caso, cuando se fabrican pellets de maderas diferentes a la de pino, hay que comprobar sus características porque es bastante probable que no sean adecuados para estufas y calderas domésticas.

En cambio, esto es diferente si nos centramos en pellets para quemar en las calderas de biomasa industriales. El pellet de uso industrial no tiene por qué alcanzar la calidad del pellet para uso doméstico, debido a que en la industria se busca más el poder calorífico para transformación energética.

Por ejemplo, en las plantas de biomasa lo que se busca es fabricar energía eléctrica a partir de combustibles sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Por tanto, los pellets de maderas como el olivo, procedentes de las podas, sí son óptimos para uso industrial.

Siempre que tengamos estufas o calderas de biomasa y queramos usar pellets diferentes al de madera de pino, hay que consultar con el servicio técnico, ya que cuando se cambia el combustible cambia el comportamiento de los electrodomésticos.

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