La biomasa no es un invento moderno. Lleva mucho tiempo con nosotros aunque no siempre se ha usado demasiado. De hecho, durante muchos años, los combustibles fósiles desplazaron totalmente a la biomasa. Posteriormente, con el aumento de precio de los combustibles fósiles y la conciencia por el respeto al planeta, se ha vuelto a la biomasa, haciéndose cada vez más popular. En este artículo vamos a conocer los tipos de combustible para calderas de biomasa que se están utilizando.
Uno de los tipos de biomasa más conocidos y utilizados es el pellet. No vamos a hablar de los pellets porque ya le dedicamos un artículo que aquí enlazamos. Este post lo dedicamos a otros tipos de biomasa que también se utilizan, con el fin de darlos también a conocer. En concreto hablaremos de astillas de madera, briquetas, leña, huesos de aceituna, orujillo y cáscaras de frutos secos.
Astillas de madera
Las astillas de madera son trocitos pequeños procedentes de los troncos de los árboles o cualquier material leñoso. Se trata de madera triturada, sin aditivos, aunque pueden estar formados tanto por madera como por corteza.
Estas astillas tienen las siguientes características:
- Longitud de 3 a 10 cm.
- Anchura de 2 a 6 cm.
- Son bastante planas, apenas tienen 2 cm de grosor.
- Su densidad es muy baja.
No todas las astillas son iguales, ya que su calidad depende de la madera de procedencia, de cómo se obtienen y de las máquinas de astillado por las que ha pasado. Hay dos tipos de astillas dependiendo de su composición y calidad. Son las astillas de madera tipo 1 y las astillas de madera tipo 2. Las primeras vienede maderas de mejor calidad.
Briquetas
Las briquetas son otro tipo de biomasa derivado de la madera cuya presentación es en forma de cilindros o ladrillos compactos. Son similares a la leña, por tanto se utilizan en cualquier lugar donde pueda utilizarse leña, como hornos, estufas, calderas, chimeneas, tanto domésticos como industriales.
Hay varios tipos de briquetas dependiendo del material compactado con el que están fabricadas. Las materias primas con las que pueden estar fabricadas las briquetas son las siguientes:
- Biomasa natural procedente de aserraderos
- Carbón vegetal
- Biomasa residual procedente de la industria agrícola
- Una mezcla de las anteriores
Las briquetas de mayor calidad son las fabricadas con biomasa natural procedente de aserraderos, es decir, con serrín, virutas, ramas o restos de poda, que son molidos, secados y compactados para formar briquetas en forma de cilindro. El serrín compactado tiene mayor poder calorífico que la leña, enciende antes y no desprende humos ni olores.
Este tipo de biomasa tiene alto poder calorífico. Su combustión es tranquila, constante y no produce grandes cantidades de humo. También produce poca ceniza, solo el 1%.
Leña
La leña es el tipo de biomasa que más se consume en España. Históricamente siempre ha sido así y lo sigue siendo, aunque parece que el uso está cayendo. La leña se asocia a estufas y chimeneas antiguas, las cuales producían una combustión incompleta y contaminante. Este material puede utilizarse para muchas cosas, pero la realidad es que en su mayoría se usa como combustible.
Los equipos de combustión han avanzado mucho y en la actualidad reducen las emisiones contaminantes. Los fabricantes de calderas de biomasa y de estufas de biomasa tiene modelos avanzados para leña que cumplen con la normativa de emisiones de la Unión Europea.
Hueso de aceituna: uno de los tipos de combustible para calderas de biomasa más fabricados en España
Uno de los tipos de combustibles para calderas de biomasa cada vez más usado es el hueso de aceituna. El hueso requiere una preparación para poderlo introducir en las calderas y producir energía. Vamos a ver en qué consiste este proceso.
Se parte del hueso de aceituna completamente limpio, libre de pulpa, y se seca mediante un tratamiento térmico. A continuación se parte la zona leñosa del hueso y se separa mediante procedimientos mecánicos de cribado. De esta forma se obtiene el producto listo para su uso como combustible. Su calidad es alta y su humedad es de un 8% como máximo.
La biomasa de hueso de aceituna es muy buena como combustible para estufas y calderas, tanto industriales como domésticas. Tiene alto poder calorífico, baja humedad y alta granulometría, por lo que apenas genera cenizas ni sólidos.
Si deseas conocer mejor el proceso de fabricación del hueso de aceituna y sus propiedades, te recomendamos visitar el enlace que dejamos en este mismo párrafo.
Orujillo
El orujillo viene de la aceituna, por lo que se produce en grandes cantidades en España, y es la biomasa obtenida del orujo de dos o tres fases. Las aceitunas son fuentes de biomasa muy rentables porque se puede aprovechar mucho de ellas. Se puede obtener biomasa de los huesos de aceituna y también se puede obtener orujillo.
El orujillo de la aceituna se consigue de la siguiente forma: en primer lugar, hay que deshuesarlo parcialmente. Después se le reduce la humedad en secaderos tipo trómel y, por último, se desengrasa en plantas de extracción físicoquímica. Este es un resumen del proceso.
Se suele usar como combustible en calderas industriales para producción de energía eléctrica y térmica. También se utiliza en calderas de la industria agroalimentaria. Después de la combustión, las cenizas del orujillo son bastante buenas para abono porque contienen potasio, calcio y magnesio.
Este combustible es barato y da buen resultado en calderas de biomasa, razón por la cual se exporta mucho a Europa para su uso en calderas industriales.
Cáscaras de frutos secos
Hay un tipo de combustible incluido en lo que conocemos como biomasa aunque no demasiado popular todavía. Esta fuente de energía está en auge por su alto poder calorífico y bajo precio. Realmente no es un tipo de combustible sino varios, ya se trata de las cáscaras de frutos secos. Estos no son solo un tipo de combustible, debido a que se utilizan las cáscaras de varios tipos de frutos secos, aunque lo más usado es la cáscara de almendra triturada, una alternativa más barata que los pellets para las calderas que lo admitan.
Si deseas conocer mejor un combustible tan interesante como la cáscara de almendra, tenemos un artículo en nuestro blog donde detallamos cómo se fabrica, sus propiedades, su precio y sus múltiples usos. Haz clic aquí para acceder a esta información.
Otro tipo de cáscara de fruto seco cuyo uso es interesante es la de nuez, debido a su poder calorífico, baja humedad y poco contenido en cenizas.
La obtención de cáscaras de frutos secos la hace la industria de descascarado. Las cáscaras troceadas se separan de la pulpa del fruto seco mediante aspiradores. Hay cáscaras de frutos secos compuestas por material lignocelulósico con contenido energético similar a otros combustibles de biomasa y bajo contenido de cenizas y humedad.
Restos de huesos de frutas: uno de los tipos de combustible para calderas de biomasa todavía por conocer
Hay mucha materia orgánica que puede utilizarse como biomasa para calderas, aunque, de momento, no todas las posibilidades están suficientemente explotadas. Uno de los tipos de biomasa que todavía no está aprovechado a su máximo nivel son los restos de huesos de frutas o restos orgánicos procedentes del cultivo de frutas que no se consideran aptas para la venta, o bien los huesos o cáscaras de frutas que acaban normalmente en contenedores de basura.
Está claro que hay muchos más tipos de combustible para calderas de biomasa además del pellet y restos forestales. Conviene conocerlos porque vamos a verlos mucho en los próximos años.