Los combustibles que forman parte de lo que conocemos como biomasa son un mundo en sí. En este artículo conoceremos con detalle el combustible probablemente más utilizado: los pellets para estufas de biomasa.
Qué son los pellets para estufas
A simple vista, los pellets son como cilindros pequeños de material compacto. Están elaborados a partir de serrín natural seco, sin ningún aditivo. Muchas veces se obtienen a partir de restos de trabajos de carpintería. El serrín del que están hechos los pellets viene de madera natural. Hay varias maderas adecuadas para pellets, aunque la mejor es la madera de pino.
Lo que se hace para formar el pellet es comprimir el serrín a alta presión. La propia lignina que tiene el serrín hace de aglomerante, consiguiendo gran densidad, dureza y poder calorífico. Cuando el pellet es de buena calidad, se comprime gracias a la lignina, sin ningún otro aditivo. La ausencia de aditivos es uno de los detalles que distinguen los pellets de buena calidad de los que no lo son.
Formatos de venta de los pellets
Los pellets se venden de varias formas. Estas formas son los sacos, los palets, las bigbags y la venta a granel.
La más habitual es el saco de 15 kilogramos, que pueden comprarse individualmente. Los palets son un conjunto de sacos. Generalmente un palet son 70 sacos de 15 kilogramos de pellets cada uno. Otra posibilidad son las bigbags, que son bolsas grandes de 1000 kg de pellets la unidad.
También hay empresas que venden pellets a granel. Para realizar la venta de esta forma, el camión cargado de pellets tiene que desplazarse hasta la casa del cliente. El depósito de pellets de la instalación tiene que ser suficientemente grande para que esta forma de venta sea rentable. Las ventajas de este sistema son muchas porque el camión vuelca los pellets directamente en la tolva y los usuarios no tienen que estar cargando con los sacos.
Usos de los pellets
Los pellets pueden usarse en calderas, estufas y chimeneas siempre y cuando estos aparatos estén diseñados para ellos.
Las calderas de biomasa pueden estar diseñadas solo para los pellets o también para otros combustibles. En este segundo caso se denominan calderas mixtas. Con el uso de los pellets en las calderas conseguimos calefacción y agua caliente en cualquier edificio.
En las estufas de pellets pasa lo mismo. Hay estufas que se colocan en los hogares con multitud de diseños y preparadas para trabajar con pellets. El encendido de las estufas hace que los edificios se calienten, aunque también tenemos estufas de pellets que pueden funcionar al aire libre. Al igual que las calderas, también nos encontramos con estufas mixtas, las cuales están preparadas para trabajar con pellets y otros combustibles considerados como biomasa.
Otro uso menos conocido de los pellets es la fabricación de camas para animales. Las camas hechas con pellets son muy absorbentes, limpias y saludables porque no acumulan polvo ni contienen aditivos químicos.
Calidad de los pellets para estufas
Sabemos que es importante seguir una serie de criterios a la hora de comprar estufas de pellets. Gracias a esos criterios tenemos una buena estufa, por tanto es importante que los pellets sean de buena calidad. Con buenos pellets, los aparatos tienen mayor vida útil. Asimismo, se realizan menos mantenimientos porque los pellets de calidad desgastan menos las partes internas de las calderas y las estufas y generan menos residuos.
La calidad del pellet para estufas influye en su poder calorífico. Unos pellets de buena calidad y alto poder calorífico pueden arder durante más tiempo y generan más calor, por lo que se ahorra en combustible y en dinero. Un pellet de baja calidad es más barato a la hora de comprarlo pero a la larga sale más caro.
En cómputo global, los pellets de baja calidad cuestas más porque hay que comprar más para calentar las viviendas porque su poder calorífico es menor. Incluso reduce la vida útil de las estufas.
Para saber si el pellet es de buena calidad, tenemos que fijarnos en sus certificaciones. En España hay dos:
- Certificación de pellet DIN Plus, un estándar del organismo alemán DIN CERTCO, válido para productores de Francia, Bélgica y Suiza. El certificado DINplus es un instrumento para la venta en los países de origen mencionados. Proporciona acceso a calefacción de pellets residencial de Europa Central. así como mercados orientados a la exportación.
- Certificación de pellet ENplus, del EPC (European Pellet Council). Se trata de una certificación de pellets de madera para usos térmicos. Los requisitos del certificado ENplus están relacionados con la gestión de la calidad interna mediante la realización de autocontroles periódicos, la adecuación de las materias primas, el mantenimiento de las instalaciones, las condiciones de almacenamiento, la entrega del producto y su etiquetado.
Dentro de estas dos certificaciones existen tres niveles de calidad:
- Clase A1: se fabrica con madera virgen y residuos de origen forestal. La ausencia de aditivos químicos en la madera aporta un bajo contenido tanto en ceniza como en emisiones.
- Clase A2: genera algunos residuos más que el pellet anterior.
- Clase B: se compone de madera reciclada y residuos industriales. Tiene menor poder calorífico que los de clases A1 y A2.
Los tres niveles son de calidad, ya que ninguno está hecho con madera que haya sufrido tratamientos químicos. Otro punto que nos da pistas a la hora de elegir un buen pellet es su aspecto. Esto es lo que debe cumplir:
- Debe ser brillante, liso y con color uniforme.
- No debe tener grietas ni cortes.
- Al cogerlo no se debe deshacer en la mano.
- Debe ser más denso que el agua, por tanto debe hundirse al sumergirlo en la misma. Si pasados unos cinco minutos sigue hundido y compacto, es que tiene aglutinantes o colas artificiales que provocan exceso de humos.
Además de estas comprobaciones hay que hacer algunas otras:
- Comprobar que el tamaño de los granos de pellet sea pequeño.
- Comprobar que el saco no haya cogido humedad o sufrido desperfectos. En cualquier caso, la humedad del pellet nunca debe ser mayor que el 10% porque si no disminuye la eficacia del combustible.
Ventajas de la utilización de pellets
Usar pellets como combustible tiene la siguientes ventajas:
- Al ser 100% natural, no es peligroso ni produce olores.
- Ocupan poco espacio y son fáciles de transportar.
- No tienen fecha de caducidad, por lo que aguantan todo el tiempo sin cambiar sus cualidades.
- Son mucho más económicos que los combustibles fósiles y derivados del petróleo.
- Provocan muy poco humo y no son contaminantes para la atmósfera.
Las estufas de pellets domésticas tienen obligatoriamente una salida de humos, razón por la cual lo primero que podemos pensar es que los pellets sí contaminan. Pero en realidad no es así, ya que el pellet es un material natural y ecológico. Al ser así, su capacidad de contaminación es prácctiamente nula. Los pellets pueden producir CO2, pero con pH neutro. por tanto no contamina el ambiente y ayuda a reducir el cambio climático.
Como inconveniente, lo que más debemos tener en cuenta es su almacenamiento. Hay que guardar los pellets en lugares donde no entren en contacto con la humedad, ya que si lo hacen se transforman en serrín y pierden todas sus propiedades. En comparación con la leña, está claro que los pellets tienen un precio más alto, pero a cambio tienen mayor poder calorífico.